En la
vereda Mirolindo, en el Municipio de Argelia Cauca, vive el señor José Óver
Gutiérrez, de 58 años de edad, quien se dedica a la elaboración de artesanías tales
como atarrayas, chinchorros, hamacas, prendas de vestir entre otras. Sus formas
de elaboración son con herramientas creadas por su propio ingenio. Nailo,
cáñamo, cordones de zapatos y terlenka son los materiales que utiliza para su elaboración.
El señor Óver trabaja por encargo y exhibe sus creaciones en su vivienda. Por cada
encargo se demora de 15 a 25 días, dependiendo del pedido del cliente. Cada una
de sus artesanías tienen un valor desde 15 mil pesos hasta 450 mil pesos.
Aun
sabiendo que sus artesanías no tienen gran reconocimiento en la región o un precio que
justifique su elaboración, este artesano ha sabido desempeñar muy bien su trabajo
y admite que, aunque no lo ha enriquecido, le ha ayudado a mejorar su salud, pues considera que la actividad es buen desestresante y un
buen pasatiempo. El artesano José Óver
Gutiérrez vive con su esposa e hija en su humilde hogar, el cual es también su
sitio de trabajo. El sustento de su familia depende de estas artesanías pues
confiesa que desde los 15 años dejó sus estudios por dedicarse a trabajo
ilícito que se da en el campo. Dice que después de un tiempo conoció la palabra
de Dios y dejó este trabajo porque él reconoce que su antiguo trabajo solo trae
sufrimiento y desgracia. Desde entonces han pasado 35 años ejerciendo esta labor y con
este ejemplo de vida nos da a conocer que hay muchas maneras distintas de tener
un sustento para nuestras familias.
Su
consejo para cada uno de nosotros es que sigamos el camino de Dios, que nunca
es tarde para volver a vivir; que los jóvenes nunca dejen sus estudios porque, al
hacer esto, dejamos tirados nuestros sueños. Dice que "no hay mejor camino que el
estudio y siempre se deben andar de la mano de Dios"; además invita a todos aquellos que quieran
aprender de sus artesanías que las puertas de su casa están abiertas,
pues él cree que estas generan bienestar y que se
debería practicar y enseñar en cada una
de nuestras familias. También manifiesta que "anhela que no se pierda esta tradición que nos
han dejado nuestros ancestros y que lastimosamente se ha ido olvidando con el
paso del tiempo a pesar de que son hermosas para el que las realiza como para
los que la adquiriere, puesto que son trabajos que se realizan con amor y con
la esperanza de un nuevo mañana, pensando
en las nuevas generaciones para que no
tomen un mal camino ya que así como hay
amor hay maldad y si seguimos el camino del bien, ocupándonos en cosas que
ayudemos a los demás, muy bien nos ira y Dios nos acompañará", dice el hábil artesano.
A continuación,
adjuntamos video grabado en el lugar de trabajo de José Óver, el tejedor de sueños..
Por:
Luisa
Fernanda Imbachi Rivera
Yuliana
Liceth Pérez Trujillo
Dayana
Quiñonez Loaiza
Grado Undécimo Institución Educativa
Marco Fidel Narváez.
2019.
2019.
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