El
gobierno en su desespero de acabar con los cultivos ilícitos que existen en el Municipio de Argelia y en muchos lugares de
Colombia, toman medidas que causan daños a la comunidad, una de ellas es la
fumigación con glifosato, ya que es un herbicida toxico y pone en peligro la
salud humana y el medio en el que encuentra la hoja de coca, también afecta los
productos de pan coger, reservas naturales y las fuentes de agua en donde todos
se benefician.
Saber
si esta técnica volverá al Municipio causa angustia y preocupación, ya que la
fumigación tiene efectos que se ven reflejados en el ámbito social y económico,
ya que destruye gran parte de nuestro ecosistema. Esta comunidad ha vivido en
carne propia estas experiencias hace algunos años, en donde se contaminaron los
ríos, las tierras se volvieron infértiles, acabando con una gran fuente de
alimentos y causando enfermedades, tales como; defectos de nacimiento, cáncer,
enfermedades crónicas, depresión, entre otros.
En
Argelia, el cultivo de coca es la mayor fuente económica para sus habitantes y
esto hace que cada día su producción aumente, aunque el gobierno prometió en
los Acuerdos de Paz dar incentivos para que se acudiera a la sustitución
voluntaria, pero esto no ha ocurrido aún y las personas manifiestan que no hay
otra manera más rentable para sacar adelante sus hogares que estos cultivos.
Son
los campesinos los más afectados con este proceso, se cree que no es la manera
más adecuada para acabar con los cultivos ilícitos, ya que lo primordial sería
brindarle más oportunidades de negocios en el sector agrícola y de inclusión
social a la comunidad en general, esta herramienta sería la más adecuada para
que se empiecen a dejar estos cultivos.
Los
cocaleros se expresan, uno de ellos es Jair Rosero y dijo, “Decimos no a la
fumigación con glifosato hay que pensar en las generaciones futuras, ¿Qué será
de ellos si no cuidamos los pocos recursos naturales que nos quedan?, es claro
que la sociedad cada día va de mal en peor, en gran parte por culpa de los
cultivos, fabricación y venta de productos que son adquiridos por la coca, pero
como campesinos necesitamos más oportunidades para que así nosotros mismos
ayudemos a que se acabe la coca”, dijo Jair.
Por: Gaviria Lasso Jennifer
López Caicedo Juliana
Mosquera Benitez Carlos
Undécimo
Por: Gaviria Lasso Jennifer
López Caicedo Juliana
Mosquera Benitez Carlos
Undécimo
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